VATICANO,
En una Plaza de San Pedro llena de fieles y peregrinos llegados de todas partes del mundo, el Papa Benedicto XVI rezó hoy el Regina Caeli y afirmó que la Ascensión de Cristo revela la vocación del ser humano a participar en la vida eterna en el Reino de Dios.
Antes de la oración mariana, el Santo Padre reflexionó sobre la Ascensión del Señor afirmando que “este último gesto de Cristo es doble. Sobre todo, dirigiéndose a lo alto, Él revela en modo inequívoco su divinidad: retorna allá de donde ha venido, es decir en Dios, tras haber realizado su misión en la tierra. Además, Cristo asciende al cielo con la humanidad que ha asumido y que ha resucitado de los muertos: aquella humanidad es la nuestra, trasfigurada, divinizada, hecha eterna”.
“La Ascensión –continuó- revela la altísima vocación de toda persona humana: esta está llamada a la vida eterna en el Reino de Dios, Reino de amor, de luz y de paz”.
Más adelante, el Pontífice hizo también referencia a la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales que tiene por tema “Los medios: redes de comunicación, comunión y cooperación”.
“La Iglesia mira con atención a los medios porque representan un vehículo importante para difundir el Evangelio y para favorecer la solidaridad entre los pueblos, llevando la atención sobre los grandes problemas que aún los marcan”, explicó el Santo Padre.
Asimismo, refiriéndose a la iniciativa del Programa Mundial de Alimentación de la Naciones Unidas “El mundo en marcha contra el hambre”, el Papa pidió para que “se pueda superar la plaga del hambre que aún aflige a la humanidad, poniendo en grave riesgo la esperanza de vida de millones de personas”.