VATICANO,
El Papa Benedicto XVI recibió hoy al embajador de España ante la Santa Sede y recordando la acción de la Iglesia destacó la defensa de la vida y el derecho inalienable de la persona a profesar sin obstáculos la fe religiosa.
Al iniciar su discurso, el Santo Padre se refirió a España como “un patrimonio envidiable, que denota una brillante historia, imbuida profundamente de valores cristianos y enriquecida también por la vida de eximios testigos del Evangelio, dentro y fuera de sus fronteras”.
Más adelante, mencionando las relaciones diplomáticas entre España y la Santa Sede, el Pontífice afirmó que “un camino importante para esta cooperación está trazado por los Acuerdos suscritos entre el Estado español y la Santa Sede para garantizar a la Iglesia Católica ‘el libre y público ejercicio de las actividades que le son propias y en especial las de culto, jurisdicción y magisterio’”.
“La Iglesia –prosiguió– impulsa a los creyentes a que amen la justicia y participen honestamente en la vida pública o profesional con sentido de respeto y solidaridad, para ‘promover orgánica e institucionalmente el bien común’”.
El Papa agregó que la Iglesia “está comprometida en la promoción y defensa de los derechos humanos, por la alta consideración que tiene de la dignidad de la persona en su integridad, en cualquier lugar o situación en que se encuentre. Por eso la Iglesia proclama sin reservas el derecho primordial a la vida, desde su concepción hasta su ocaso natural, el derecho a nacer, a formar y vivir en familia, sin que ésta se vea suplantada u ofuscada por otras formas o instituciones diversas”.
El Santo Padre también resaltó la insistencia de la Iglesia en el “derecho inalienable de las personas a profesar sin obstáculos la propia fe religiosa, así como el derecho de los padres a que sus hijos reciban una educación acorde con sus propios valores y creencias, sin discriminación o exclusión explícita o encubierta”.