BUENOS AIRES,
El Arzobispo de Buenos Aires, Cardenal Jorge Mario Bergoglio, llamó a los obispos a rogar a Nuestra Señora de Luján para que nos ilumine y podamos cumplir con “la misión a la que hemos sido enviados”, que es ayudar a los argentinos “a encontrarse y dejarse encontrar con Jesús”.
Durante la Misa de apertura de la 91° Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), el Purpurado destacó la “calidez maternal” de Santa María para con los argentinos. “Una humilde imagen de su ‘Limpia y Pura Concepción’ se quedó milagrosamente en la Villa de Luján como signo de su maternal protección del pueblo peregrinante en la Argentina y esto para ser ‘llevados de su mano’ hacia el Señor”, afirmó.
Asimismo, señaló que durante la Asamblea “buscaremos los modos y las palabras para poder realizar hoy lo que Isaías proclamaba: ‘Fortalezcan los brazos débiles, robustezcan las rodillas vacilantes; digan a los que están desalentados: Sean fuertes, no teman; ahí está su Dios... Él mismo viene a salvarnos’”.
Sin embargo, reconoció que “no siempre resulta fácil anunciar estas palabras; hay que buscar, pensar, dialogar, rezar; y todo esto produce en nuestra vida de pastores aquella ‘peculiar fatiga del corazón’”.
En ese sentido, invitó a los obispos a recurrir a Santa María, quien, como “primera discípula de Jesús”, auxilia a los pastores dándoles la gracia necesaria para no caer en la “fatiga interior que nos unge en la cruz de cada día, muchas veces en claroscuros difíciles de comprender o en oscuridades que nos hacen tambalear la esperanza”. Ella, recordó, “se acercó a sus hijos en las más variadas situaciones para sembrar esperanza en los corazones”.
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