VATICANO,
Ante miles de peregrinos reunidos en la Plaza de San Pedro, el Papa Benedicto XVI rezó el Regina Caeli en el Domingo del Buen Pastor y el día de la oración por las vocaciones sacerdotales; pidiendo que crezca el número de quienes responden al llamado de Cristo y recordó que la vocación cristiana es la renovación de la amistad personal con Cristo.
Tras referirse a la ordenación sacerdotal, realizada el día de hoy, de 15 sacerdotes para la diócesis de Roma, el Santo Padre agradeció “al Señor por el don de estos nuevos presbíteros al servicio de la Iglesia” y pidió la intercesión de María para que “crezca el número de los que acogen la invitación de Cristo a seguirlo en el camino del sacerdocio y de la vida consagrada”.
Seguidamente hizo mención de la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones, que tiene por tema: “La vocación en el misterio de la Iglesia”, afirmando que “la vocación cristiana es siempre la renovación de la amistad personal con Jesucristo, que le da sentido pleno a la propia existencia y la hace disponible para el Reino de Dios”.
“La Iglesia –continuó- vive de tal amistad, alimentada por la Palabra y los Sacramentos, realidades santas confiadas en modo particular al ministerio de los Obispos, de los Presbíteros y de los Diáconos, consagrados por el sacramento del Orden”.
Asimismo agregó que “la misión del sacerdote es insustituible, y si en algunas regiones se registra una escasez de clero, no se debe dudar que Dios sigue llamando a niños, jóvenes y adultos a dejar todo para dedicarse a la predicación del Evangelio y al ministerio pastoral”.
Más adelante señaló que “otra especial forma del seguimiento de Cristo es la vocación a la vida consagrada, que se expresa en una existencia pobre, casta y obediente, toda dedicada a Dios, en la contemplación y en la oración, y puesta al servicio de los hermanos, especialmente de los pequeños y de los pobres”.