VATICANO,
El Papa Benedicto XVI recordó que la obra de los Apóstoles, basada en una experiencia única e irrepetible, es garantizada por la cercanía del Señor, durante su habitual Audiencia General de los miércoles, ante miles de peregrinos en la plaza de San Pedro.
Siguiendo el ciclo de sus catequesis sobre la Iglesia, el Santo Padre trató el tema de la Tradición Apostólica y definió esta como “el Evangelio vivo, anunciado por los Apóstoles en su integridad, en base a la plenitud de su experiencia única e irrepetible: por obra suya la fe es comunicada a otros, hasta nosotros, hasta el fin del mundo”.
Sobre la misión apostólica, el Pontífice destacó que ésta “implica un servicio pastoral, litúrgico y profético, garantizado por la cercanía del Señor hasta la consumación del tiempo”.
El Obispo de Roma también afirmó que “la Tradición es apostólica sobre todo en sus orígenes” y, citando la Constitución Dogmática del Concilio Vaticano II Dei Verbum, sostuvo que “dispuso Dios benignamente que todo lo que había revelado para la salvación de los hombres permaneciera íntegro para siempre y se fuera transmitiendo a todas las generaciones. Por ello Cristo Señor, en quien se consuma la revelación total del Dios sumo, mandó a los Apóstoles que predicaran a todos los hombres el Evangelio, comunicándoles los dones divinos”.
“El Concilio –continuó– prosigue resaltando cómo tal compromiso fue fielmente realizado por los Apóstoles ‘que en la predicación oral comunicaron con ejemplos e instituciones lo que habían recibido por la palabra, por la convivencia y por las obras de Cristo, o habían aprendido por la inspiración del Espíritu Santo’”.
Al destacar la labor de los apóstoles, el Papa agregó que “continúan la cosecha iniciada por Cristo, y lo hacen sobre todo transmitiendo fielmente el don recibido, la buena nueva del Reino venido a los hombres en Jesús Cristo”.