VALENCIA,
El Arzobispo de Valencia, Mons. Agustín García-Gasco, señaló en su acostumbrada carta semanal, que el "V Encuentro Mundial de las Familias (EMF), es una invitación para reencontrar el sentido del verdadero amor frente al ‘amor-basura’, de usar y tirar, que nos ofrecen en nuestros días".
Según informa la agencia AVAN, Mons. García-Gasco insistió en su carta titulada "No tengáis miedo del amor humano", que el EMF "es también una cita de jóvenes cristianos dispuestos a buscar la grandeza del amor humano, abierto a Dios y a la vida, que garantiza el futuro de la humanidad".
El Arzobispo de Valencia recordó también que "de un modo muy singular, la Iglesia invita a los jóvenes a comprender la grandeza del amor y a poner en Él su confianza" porque "sólo así podrán madurar como adultos, ser felices y contribuir al verdadero desarrollo de la humanidad".
El Prelado consideró que "resulta imprescindible realizar una reflexión que aclare el papel del amor en la vida del ser humano y lo proponga como camino digno de confianza", algo que "ha asumido Benedicto XVI en su primer gran documento, la encíclica Deus caritas est, sobre el amor cristiano", la cual sugirió a todos leer y hacer vida.
Mons. García-Gasco recordó también que ser cristianos "es mucho más que asumir una ética o una ideología. Llamarnos a la vida, darnos una familia, concedernos inteligencia, libertad y capacidad de amar, hacernos parte de un pueblo, beneficiarnos del bien común de nuestra patria y de la humanidad son ejemplos del amor de Dios que se manifiesta plenamente en Jesucristo".
El Arzobispo aseguró que "en nuestros días necesitamos criterios sólidos para orientarnos hacia un amor consistente, que no defraude ni se agote con el paso del tiempo". Así, "frente a quienes presentan el amor con criterios utilitaristas o mercantilistas, como un artículo de consumo más, Benedicto XVI nos ofrece un camino siempre antiguo y siempre nuevo: el camino de Cristo que, conociendo al ser humano, varón y mujer, tal y como es, le propone un amor que no defrauda, porque se apoya en la iniciativa amorosa del propio Dios", finalizó.