VATICANO,
En una Basílica Vaticana totalmente llena por los fieles llegados de todo el mundo, el Papa Benedicto XVI presidió la Celebración Eucarística de la Vigilia Pascual y resaltó que Jesús no es un personaje del pasado sino que llama continuamente al hombre a seguirlo y a encontrar en Él el camino de la vida.
La "madre de todas las vigilias" de la Iglesia comenzó en el atrio de la Basilica de San Pedro con la bendición del fuego y la ascensión del cirio pascual. Después de la procesión hasta el altar con el cirio y el canto del Exultet, se procedió a la Liturgia de la Palabra durante la cual el Papa pronunció una intensa homilía.
Citando el Evangelio de San Marcos, el Santo Padre afirmó que “Jesús no es un personaje del pasado. Él vive, y como viviente camina delante de nosotros; nos llama a seguirlo, al viviente, y a encontrar así también nosotros el camino de la vida”.
“En la Pascua –continuó– nos alegramos porque Cristo no se ha quedado en el sepulcro, su cuerpo no ha visto la corrupción; pertenece al mundo de los vivientes, no a aquél de los muertos; nos alegramos porque Él es el Alfa y al mismo tiempo la Omega, existe por lo tanto no solo ayer, sino hoy y por toda la eternidad”.
Al reflexionar sobre la resurrección, el Pontífice dijo que “está situada en un modo tan fuera de nuestro horizonte, tan fuera de todas nuestras experiencias que, regresando a nosotros mismos, nos encontramos continuando con la disputa de los discípulos: ¿En qué consiste justamente el ‘resucitar’?”.
Respondiendo a la pregunta, el Papa afirmó que la resurrección de Cristo “es la más grande mutación, el salto absolutamente más decisivo hacia una dimensión totalmente nueva, que en la larga historia de la vida y de sus desarrollos jamás se ha visto: un salto en un orden completamente nuevo, que tiene que ver con nosotros y concierne a toda la historia”.