VATICANO,
Al recibir hoy en el Aula Pablo VI a los participantes en el congreso internacional de universitarios UNIV, el Papa Benedicto XVI invitó a los jóvenes a cultivar el encuentro personal con Jesucristo como comienzo de la “aventura extraordinaria” de ser apóstoles entre sus coetáneos.
“Es Él, como escribí en el Mensaje para la XXI Jornada Mundial de la Juventud quien orienta vuestros pasos, vuestros estudios universitarios y vuestras amistades. Para cada uno de vosotros, al igual que para los apóstoles, el encuentro personal con el Maestro Divino, que os llama amigos, puede ser el comienzo de una aventura extraordinaria: la de convertiros en apóstoles entre vuestros coetáneos, para llevarlos a experimentar, como vosotros, la amistad con Dios hecho hombre", dijo el Santo Padre a los universitarios reunidos en el aula vaticana.
Los universitarios, procedentes de 32 países, participan en las actividades formativas promovidas por la prelatura del Opus Dei, y estos días se reúnen para discutir del tema "Cultura y medios de comunicación social".
Al referirse a la importancia del tema del evento, el Pontífice observó que "desgraciadamente en nuestra época las nuevas tecnologías y los medios de comunicación social no siempre favorecen las relaciones personales, el diálogo sincero, la amistad entre las personas y no siempre ayudan a cultivar la interioridad de la relación con Dios".
"Sé muy bien que para vosotros –subrayó el Papa–, la amistad y los contactos con vuestros coetáneos representan una parte importante de la vida cotidiana. Es necesario que consideréis que Jesús es uno de vuestros mejores amigos, más aún, el primero de todos, y sólo en Él es posible encontrar la fuerza para ofrecer a los hermanos afecto humano y caridad sobrenatural en un espíritu de servicio que se manifiesta sobre todo en la comprensión".
Luego de su exhortación al encuentro personal con el Señor Jesús, el Papa se refirió al apostolado. "Los que han descubierto a Cristo no pueden por menos que llevar a los otros hacia Él, ya que una gran alegría no se guarda para sí mismo, sino que se comunica”.