LIMA,
Miles de feligreses recordaron con oraciones y celebraciones litúrgicas el primer aniversario del tránsito del Papa Juan Pablo II a la Casa del Padre en todo el mundo, de manera especial en América Latina, continente al que el fallecido Pontífice profesaba un profundo cariño.
En México, miles de católicos llenaron la Basílica de Guadalupe y alrededores para recordar al Papa peregrino. “Por todo lo que hizo Su Santidad, lo llamamos Juan Pablo II El Grande”, afirmó el Arzobispo de México, Cardenal Norberto Rivera Carrera, durante la Misa celebrada en honor del Pontífice.
Asimismo, el Purpurado expresó su esperanza de “que pronto la Iglesia oficialmente reconozca su santidad” e indicó que el Papa fue enviado al mundo “como un gran regalo”.
En las afueras del templo fue colocada una gran estatua de bronce del Siervo de Dios; mientras que cientos de personas reflejaban con espejos la luz del sol para enviar un saludo al extinto Santo Padre, costumbre de los feligreses para despedir al Pontífice –que podía apreciar el gesto desde el avión que lo transportaba– cada vez que dejaba el país .
De otro lado, en Honduras, el Arzobispo de Tegucigalpa, Cardenal Oscar Rodríguez Maradiaga, afirmó durante su homilía que “Juan Pablo II vive en Dios y vive también en el amor, cariño y gratitud de todos nosotros”. La Eucaristía fue celebrada en el Santuario de Suyapa.
Por su parte, el Arzobispo de Lima y Primado del Perú, Cardenal Juan Luis Cipriani, afirmó que el misterio de la santidad está en “la elección que Dios hace de cada uno de nosotros y la respuesta” que damos. Añadió que en Juan Pablo II, Dios encontró “una respuesta total y libre”.