MADRID,
Al reflexionar acerca de la apologética, el periodista italiano Vittorio Messori, señaló que esto es el primer trabajo que se le pide al creyente, pues este oficio tiene como tarea la búsqueda y proclamación de la Verdad, “la primera entre todas las obras de caridad”.
“La búsqueda apologética no es otra cosa que la búsqueda de la Verdad: sobre Dios, sobre el Hombre, sobre la Historia. No, por tanto, un oficio más entre muchos, sino el primer trabajo que se le pide al creyente. No al de hoy, al de siempre: la primera entre todas las obras de caridad es proclamar la Verdad”, asegura Messori en un artículo que publica este miércoles el diario español La Razón.
La reflexión del apologeta católico es introducida por una anécdota protagonizada por el Papa Juan Pablo II y el Director de la Sala de Prensa de la Santa Sede y portavoz vaticano, Joaquín Navarro-Valls, en la que éste último cuenta que en los descansos de uno de aquellos largos viajes, osó preguntar al Pontífice: “Si Su Santidad se viese obligado a salvar una sola frase de los cuatro Evangelios, ¿cuál escogería?”. “Me esperaba un versículo sobre el amor, del sublime discurso de la Última Cena según san Juan. Y sin embargo –cuenta Navarro-Valls- el Papa Wojtyla no dudó un instante y citó: ‘Conoceréis la Verdad, y la Verdad os hará libres’”.
“Es el ‘sensus fidei’ de quien, como sucesor de Pedro, era garante de la fe y era, por tanto, consciente –a diferencia de lo que muchos creen hoy– de que la caridad no es lo más importante, porque el primer lugar corresponde a la Verdad. Si la Verdad no viene precedida por el amor, no sabemos ni siquiera cómo y con quién ejercerla”, asegura Messori.
En el artículo, Messori explica que “la primera entre las Sagradas Congregaciones (vaticanas), que era llamada ‘la Suprema’, era la que presidía la Doctrina de la Fe: precisarla y defenderla es el mayor deber, y se le llamaba significativamente ‘El Santo Oficio’, o lo que es lo mismo, la profesión más santa”.
El periodista, autor del libro-entrevista al Cardenal Ratzinger “Informe sobre la Fe”, no duda en afirmar que “Benedicto XVI, que durante tantos años ha guardado con celo y ha sido responsable de ese sacro oficio, se mueve en la lógica de su amado predecesor Juan Pablo II.