VATICANO,
En una entrevista concedida al canal I-Cable TV de Hong Kong, el Secretario del Vaticano para las Relaciones con los Estados, Mons. Giovanni Lajolo, señaló que, bajo ciertas condiciones, los tiempos están maduros para tratar el tema de las relaciones entre el Vaticano y China Comunista.
“Nuestra opinión es que el tiempo está maduro: confiamos en una apertura de espíritu de las supremas autoridades de la República Popular China que no pueden ignorar las expectativas de su pueblo, así como los signos de los tiempos”, dijo el Arzobispo durante la entrevista concedida al canal chino.
Sin embargo, Mons. Lajolo destacó que “las relaciones diplomáticas son bilaterales, y por tanto la Santa Sede no se puede mover sin el consenso del Gobierno de Beijing”. El Prelado reveló que “hasta ahora sólo han existido contactos informales, con personajes de alto y bajo nivel: a todos les hemos dicho claramente lo que pedimos, qué podemos conceder y a qué cosas no podemos renunciar”.
Mons. Lajolo confirmó que el centro de las diferencias se encuentra en el tema de la libertad religiosa, específicamente de la posibilidad para la Santa Sede de nombrar obispos independientemente del Gobierno.
China Comunista, en efecto, ha puesto como condiciones para el restablecimiento de las relaciones diplomáticas con el Vaticano, la ruptura de las relaciones con Taiwán y la aceptación de que sea el Gobierno chino, y no la Iglesia, quien nombre a los obispos del país.
Mons. Lajolo hizo explícito por primera vez el rechazo total del Vaticano a esta condición; al señalar que en este tema “está en juego la fidelidad al Sucesor de Pedro que Cristo mismo a puesto como guía de su Iglesia”.