VATICANO,
Durante una visita este domingo a la parroquia romana de "Dios Padre Misericordioso", el Papa Benedicto XVI habló del amor misericordioso de Dios y reveló un texto que Juan Pablo II había preparado para pronunciar al día siguiente de su muerte.
Al iniciar su homilía, el Santo Padre reflexionó sobre la primera lectura, y dijo que en esta “la ira y la misericordia del Señor se confrontan en una secuencia de episodios dramáticos, pero que al final triunfa el amor. Los designios de Dios, incluso cuando pasan por la prueba y el castigo, miran siempre a un final de misericordia y de perdón”.
Pasando a la segunda lectura, mostró como “Dios, rico en misericordia, por el gran amor con el que nos ha amado, de muertos que estábamos por el pecado, nos ha hecho revivir con Cristo”.
“Si toda la misión histórica de Jesús –prosiguió- es signo elocuente del amor de Dios, lo es en modo singular su muerte, en la cual se ha expresado plenamente la ternura redentora de Dios”.
El Santo Padre pronunció luego un texto preparado por su Predecesor: "En los planes divinos -dijo- estaba escrito que él nos dejaría justo en la víspera"
"El Papa nos había escrito: 'Para la humanidad, que algunas veces parece perdida y dominada por el poder del mal, el egoísmo y el temor, el Señor resucitado ofrece el regalo de su amor que perdona, reconcilia y abre el alma a la esperanza. Es un amor que cambia corazones y trae la paz'".