MADRID,
El famoso periodista y escritor italiano Vittorio Messori reiteró en un reciente artículo estar convencido de que “el catolicismo necesita hoy más que nunca de una ‘Antidefamation League’ (Liga de Antidifamación) a imagen y semejanza de la, a menudo, implacable ‘League’ que tienen los judíos desde hace tanto tiempo”.
En un artículo publicado en el diario La Razón de España, Messori sostiene que son numerosas las calumnias que se levantan contra los católicos en los diversos medios de comunicación, que con frecuencia no se aclaran o contestan principalmente por la falta de información o inclusive desinformación de la mayor parte de fieles católicos en relación a la verdad de la historia.
Luego de explicar lo que tanto él como otros autores hacen de manera consistente, Messori señala que, sin embargo, son intentos aislados de salir al encuentro de tantas faltas a la verdad que circulan en los medios, por lo que propone organizar una estructura: “algo pequeño, ágil, motivado, informado, en condiciones de replicar, o de hacer replicar, punto por punto a todas las noticias falsas que cada día nos llegan desde los medios de comunicación. ¿Por qué sólo la Iglesia y su historia pueden ser difamadas sin que nadie intervenga para desmentirlo? La Iglesia Católica no carece de historiadores informados, de personas de indudable valor cultural, en condiciones de aclarar, de precisar y de desmentir”, explicó el periodista italiano.
“No tengo la tentación, faltaría más –señaló– de coartar o intimidar la libertad de expresión de nadie, pero sí una ‘tolerancia cero’ ante las mentiras, las imprecisiones interesadas, los errores de hecho. Debemos contrastar, por tanto, no las opiniones, sino las falsedades históricas sobre las cuales se basan demasiado a menudo esas opiniones”.
Messori propone que esta suerte de “Liga” debería servir como instrumento para intervenir en primera persona o para hacer intervenir oportunamente a la persona adecuada. El equipo debería estar flanqueado por un grupo de buenos abogados, “porque muchos creen que los desmentidos sobre datos importantes son confiados al buen corazón o a la honestidad de la dirección de los periódicos cuando, en realidad, existen leyes precisas que dan derecho de réplica y establecen la visibilidad con la que los desmentidos deben ser publicados: no es necesario pedir nuevas leyes, se trata de conocer bien y aplicar las que ya existen”, señaló.
La mentira no tiene derecho de ciudadanía