MADRID,
En su carta pastoral semanal, titulada “La educación, ¿Es asunto de la familia?”, el Arzobispo de Valladolid, Mons. Braulio Rodríguez, subrayó que a la hora de educar a los hijos “tanto si se trata de educación moral, religiosa o social en general, como de la orientación de la enseñanza escolar, no pueden ser los padres reemplazados”.
El Prelado indicó que para la educación de los hijos es importante “igualmente la implicación de los padres” y criticó el interés de “los gobiernos de turno” por educar a los hijos en temas afectivos.
Respecto a la educación en la fe, el Prelado insistió en que hay que tener en cuenta a los padres, “aunque haya una ayuda inestimable” en parroquias y colegios “para esta tarea tan vital”. Por ello, destacó el papel de los padres en este tipo de educación, “sobre todo cuando estos están recibiendo la iniciación cristiana con los sacramentos del Bautismo, la Confirmación y la Eucaristía”.
El Arzobispo precisó que en “lo afectivo y sexual” los padres deben participar también. Además, precisó que “es muy preocupante” para los padres que sean otras las personas que eduquen a sus hijos en este ámbito vital.
Manifestó su preocupación en este campo de la educación “bien porque ellos (los padres) se despreocupen”, o bien porque “de modo sutil les impongan los gobiernos de turno un tipo de educación afectiva y sexual, que poco o nada tiene que ver con sus convicciones o con lo que es el ser humano, basándose en proyectos supuestamente modernos y liberadores”.
Mons. Rodríguez se refirió a la familia como los “bienes que dignifican y enriquecen el significado de la vida”. Asimismo, destacó que la experiencia “de lo que es la familia debe dar fruto también en el ámbito de la comunidad civil, de sus tareas y de sus múltiples responsabilidades y relaciones”.