ROMA,
El Obispo de Hong Kong, Mons. Joseph Zen Ze Kiun, señaló que haber sido creado Cardenal por el Papa Benedicto XVI, abre muchas “esperanzas de mejorar las relaciones entre la Santa Sede y el Gobierno chino”.
En declaraciones al periódico South China Morning Post, el futuro Cardenal chino de 74 años, expresó su esperanza de ser artífice de mejoras en la relación entre la Iglesia Católica y el Gobierno chino, que considera a Mons. Zen uno de sus críticos más implacables, a sus tentativas de “alinear” a la diócesis de Hong Kong.
Luego de haberse hecho pública su creación cardenalicia el próximo 24 de marzo, Mons. Joseph Zen declaró a Radio Vaticano que “los días pasados han sido turbulentos y de mucha agitación. Cuando recibí la información oficial, estaba obligado a permanecer en silencio y no podía comentar nada al respecto. Los periodistas aquí son muy insistentes y eran días bastante duros y agitados. Ahora ya salió a la luz, y significa de alguna manera una liberación para mí. Estamos sumamente agradecidos al Santo Padre por el hecho de que de un pequeño grupo de nuevos Cardenales, haya querido nombrar también a un chino, lo cual es signo de su buena voluntad y aprecio hacia el pueblo chino”.
El futuro Cardenal Zen destacó que todo lo que afecta a la Iglesia, y en general a los cristianos en China, influye mucho políticamente, por lo que el Gobierno se mantiene siempre observando, pero “siempre hemos actuado desde una justa esperanza, inclusive intentando establecer buenas relaciones, contra ciertas afirmaciones de algunos periódicos. Por nuestra parte siempre hemos actuado desde el amor a nuestra patria. Y aunque puedan existir diferencias de opinión, creo yo que el Gobierno chino sabe que amamos profundamente nuestro país”, enfatizó Mons. Zen.
Advertencia de la Iglesia Patriótica
De otro lado, la Asociación Patriótica Católica China, subalterna del Partido Comunista de ese país, felicitó al Prelado por su nombramiento como Cardenal, advirtiéndole, sin embargo, que no utilice su cargo a favor de una supuesta “interferencia” en los asuntos internos chinos.