ROMA,
La Comisión Justicia y Paz del Episcopado pakistaní condenó firmemente los nuevos ataques realizados por grupos integristas musulmanes contra una comunidad cristiana en Sialkot, donde profanaron una iglesia católica.
Según informa la agencia Fides, el 3 de febrero pasado en el distrito de Sialkot, fue atacada una aldea de cristianos, algunas personas resultaron heridas y se profanó una iglesia católica. Los atacantes dañaron las ventanas, el altar y los libros sagrados.
El Arzobispo de Lahore y Presidente de la Conferencia Epsicopal Pakistaní, Mons. Lawrence Saldanha, lanzó un comunicado en que denuncia que "la violencia contra nuestra comunidad indefensa está creciendo porque el gobierno ha fracasado en adoptar contramedidas adecuadas a los accidentes ocurridos en el pasado. El ejemplo más reciente es el de Sangla Hill donde, 80 días después de la profanación y destrucción de tres iglesias cristianas, todavía no ha habido ningún proceso preciso a cargo de los responsables de los ataques contra los cristianos."
El comunicado de los obispos señala también que "la discriminación continúa incontrolada" y que los "lugares de encuentro y oración de las minorías religiosas son atacados en la impunidad", pidiendo que el gobierno pakistaní haga justicia.
Después de algunos recientes episodios de intolerancia, numerosas entidades católicas y organizaciones para la defensa de los derechos humanos, han levantado la cuestión del respeto del estado de derecho, las acusaciones falsas contra las minorías y las discriminaciones todavía existentes en Pakistán.
En Pakistán, con una población de 155 millones de personas, se estima que el 97 por ciento es musulmán, la mayoría sunita y un 20 por ciento de chiítas. Los cristianos son el 2,5 por ciento, y 1,2 millones son católicos.