ROMA,
El Arzobispo de Colonia, Cardenal Joachim Meisner, recordó el primer aniversario del tránsito a la Casa del Padre de Sor Lucía, la última testigo de las apariciones de la Virgen en Fátima.
En diálogo con Radio Vaticano, el Purpurado recordó la muerte de la vidente ocurrida en el Monasterio Carmelita de Coimbra. Los otros pastorcitos que atestiguaron las apariciones de la Virgen en Fátima en 1917, Francisco y Jacinta Marto, fueron beatificados por el Papa Juan Pablo II en el año 2000.
El Cardenal Meisner, quien visitó en varias ocasiones a la religiosa, compartió con Radio Vaticano sus recuerdos e impresiones de la religiosa carmelita. El Arzobispo de Colonia la recordó como una “religiosa muy sobria; era la tesorera en su monasterio. Era una hermana llena de humor, de sentido práctico y de gran confianza en Dios”.
Evocando su último encuentro hace tres años durante una visita a Fátima, el Cardenal Meisner recordó que le llevó de regalo una sotana blanca del Papa Juan Pablo II. “al entregársela –señaló– la tomó en sus brazos y me dijo: ‘Hubiera sido aún mejor si el Papa estuviese dentro de ella’”.
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