ROMA,
La agencia vaticana Fides informó que según las últimas investigaciones, el Padre José Alfonso Moreira, el misionero de 80 años asesinado en Angola, habría muerto en un caso de vandalismo y no en un crimen político.
El misionero, cuyos funerales se celebraron en la ciudad de Luanda, pertenecía a la Congregación del Espíritu Santo (Espiritanos). Fue asesinado el jueves 9 de febrero en su residencia en Bailundo, a 60 kilómetros al Norte de Huambo, en Angola.
Fuentes de la policía angoleña citadas por Fides revelaron que "el P. Moreira fue asesinado con 7 disparos de arma de fuego a muy corta distancia y que le dieron en el rostro. El misionero se acababa apenas de ir a dormir, cuando una quincena de personas armadas irrumpieron en su habitación y lo mataron sin darle ni siquiera tiempo de bajar de la cama."
"La pista del bandolerismo parece evidente porque la casa del misionero apareció toda desbaratada y el catequista que asistía al misionero sufrió fuertes amenazas para entregar quien sabe que objetos de valor que en realidad no existían", refieren las fuentes. "Por desgracia, el fenómeno del bandolerismo está cada vez más difundido y realmente existe el peligro de ser asesinado por nada”, agregaron.
Según estas mismas fuentes, "el P. Moreira era muy querido por todos porque siempre había dado un verdadero testimonio de amor a la misión aun en tiempos difíciles.
El misionero en efecto ha prestado ininterrumpidamente su servicio en Bailundo durante más de 40 años, incluso durante la dramática guerra civil de 1975-2002. La localidad fue conquistada por la guerrilla de la UNITA (Unión Nacional por la independencia Total de Angola) y luego por del ejército de Luanda. Pero el P. Moreira consiguió siempre conservar su neutralidad sin ceder a compromisos con nadie, para poder anunciar el Evangelio y servir al prójimo en la libertad de los hijos de Dios".