BUENOS AIRES,
Al hacer una evaluación de la primera encíclica del Papa Benedicto XVI “Deus Caritas Est”, los Arzobispos de La Plata y de Paraná, Mons. Héctor Aguer y Mons. Mario Maulión respectivamente, coincidieron en la trascendencia del texto pontificio pues “va directamente al núcleo del misterio y de la vida cristiana”.
En una entrevista concedida a la publicación Cristo Hoy, Mons. Aguer confesó no haberle sorprendido la encíclica del Santo Padre pues en ella se refleja el pensamiento y estilo del entonces Cardenal Ratzinger “sobre todo en la bella elaboración de la primera parte, donde va directamente al núcleo del misterio y de la vida cristiana”.
Al comentar la elección de la caridad como tema de su primera encíclica, el Prelado señaló que con ello el Papa “va al grano” y quiere “dirigir la atención, la reflexión y la plegaria de los fieles a la profundidad incandescente de la Iglesia, a su corazón. Me parece un feliz complemento de la ‘Veritatis splendor’”.
“Me pareció particularmente interesante cómo el Santo Padre retoma, prolonga y aplica con libertad la antigua distinción entre eros y ágape, mostrando su complementariedad. Así se puede sostener que el cristianismo no es enemigo del goce, sino del desenfreno”.
Finalmente, el Prelado expresó su esperanza de que “la recepción de esta encíclica sirva a inspirar teologalmente el servicio que los cristianos prestan al mundo de hoy, evitando desviaciones y superando airosamente las tentaciones reduccionistas e ideologizantes”.