MADRID,
Según reporta el diario La Razón, el Poder Ejecutivo español estudia una propuesta de la nueva asignatura de “Educación para la Ciudadanía” que contempla “suprimir toda referencia a Dios, establecer que la religión debe quedar en el ámbito de lo privado, imponer la laicidad como la única moral pública y enseñar como aceptables conductas confesionalmente prohibidas tales como divorcio, aborto o eutanasia”.
En la asignatura, que se impartirá en las escuelas españolas cuando entre en vigor la Ley Orgánica de Educación (LOE), se eliminaría la Religión porque “la palabra ‘Dios’ carece de sentido y no afecta en nada a la vida de la mayoría”, advierte el periódico.
Según el diario, así consta en el documento elaborado por la cátedra de Laicidad y Libertades Públicas de la Universidad Carlos III, y por la fundación laicista Cives, que “cuenta con el aval de varios miembros del Partido Socialista e incluso de miembros del Gobierno como la Ministra de Educación, María Jesús San Segundo, ex vicerrectora de la Carlos III”.
“Educación para la Ciudadanía. Propuesta de educación ético-cívica”, plantea la existencia en España de “una pluralidad de códigos morales diferentes”, y asegura que “nuestra sociedad está en gran medida secularizada y una gran mayoría de la población no practica ya el catolicismo, además de observarse unas prácticas morales muy alejadas de la doctrina oficial de la Iglesia”.
Según el texto, continúa el rotativo, “el confinamiento de la religión en el culto y la indiferencia ante el hecho religioso”, lleva a que “la palabra ‘Dios’ carezca de significación real, es una voz sin sentido que no afecta para nada a la vida de la mayoría de los ciudadanos en nuestra sociedad, y la llamada ‘práctica dominical’ no llega en España ni al 15 por ciento de la población juvenil”.
Así, los autores proponen al Ejecutivo que busque “un mínimo común ético como obligatorio para todos”, que sea, a la vez, “un parámetro de valoración de los demás valores diferenciales, legítimos y merecedores de respeto siempre que no entren en contradicción con ese mínimo común”. Así, continúa el diario, “este baremo de conducta moral obligatoria que se impondría desde Educación para la Ciudadanía servirá para dictaminar qué conductas son merecedoras o no de “respeto”.