LIMA,
En una carta enviada a la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), la directora del Centro de Promoción y Defensa de los Derechos Sexuales y Reproductivos (PROMSEX), Susana Chávez, pidió a la agencia eliminar su política de neutralidad sobre la píldora del día siguiente para usar el dinero de los contribuyentes estadounidenses en la promoción de la agenda anti-vida.
Chávez también minimizó en la carta la labor de decenas de grupos que se oponen al consumo de la píldora del día siguiente por su carácter potencialmente abortivo, y negó que en Perú haya polémica sobre este fármaco.
Hace unas semanas se informó que USAID pidió a la Defensoría del Pueblo y a la organización feminista Manuela Ramos devolver parte de los fondos concedidos por esta agencia, debido a que ambas instituciones violaron una política interna de la entidad al promover el uso de la píldora del día siguiente. USAID mantiene una política de neutralidad frente a este fármaco y no permite el uso de sus fondos en campañas para alentar su consumo donde hay controversia sobre su carácter abortivo.
En Perú, la Constitución protege al ser humano desde la concepción y los fabricantes de levonorgestrel 0.75 –que compone la píldora- reconocen que el fármaco puede evitar la implantación de un óvulo fecundado –es decir un concebido- en el útero materno.
El Ministerio de Salud (MINSA) ha negado sistemáticamente la posibilidad de este tercer efecto del fármaco para introducirlo en sus planes de salud sin problemas legales, pero son numerosas las organizaciones de defensa de la vida que han pedido su retiro del mercado porque no hay pruebas científicas que descarten el potencial mecanismo abortivo del fármaco. Hace unos meses, un juez local aceptó una acción de amparo que pedía la suspensión del reparto porque el MINSA no ha desarrollado una adecuada política informativa al respecto, decisión judicial apelada por el Ministerio.
Chávez, una de las abanderadas de la píldora en Perú, envió una carta a Susan Thoullag, Jefa de la Oficina de Salud de USAID para “aclarar” la situación de este fármaco en el país, pero lo único que hace es minimizar la oposición real a la eufemística “anticoncepción oral de emergencia” (AOE).