El sitio pro-vida LifeSiteNews.com difundió un estudio en el que se demuestra que las mujeres que se han sometido a un aborto, con frecuencia terminan abusando del alcohol y las drogas para lidiar con las consecuencias del trauma que éste les produce.
Pricilla Coleman, autora del estudio y profesora de Desarrollo Humano y Estudios Familiares de la Bowling Green State University, indicó que el estudio demuestra que las mujeres que han abortado tienen cinco veces más probabilidades de consumir drogas y alcohol, que una mujer que no ha abortado.
Asimismo, el estudio muestra que las mujeres tienden más que los hombres a consumir drogas y alcohol cuando existe un trauma personal, o cuando hubo abuso sexual o existe alguna enfermedad o disfunción familiar en su entorno.
Según el Dr. David Reardon, un experto en el síndrome post-aborto y director de investigación del Elliot Institute, existen unos 21 estudios que relacionan el aborto provocado con el abuso de substancias. “Muchas mujeres que han sufrido un aborto tienen problemas emocionales que resolver relacionados con ese aborto. El abuso de sustancias les otorga a esas mujeres una manera fácil y accesible de medicarse contra el dolor y de ‘curar’ sus emociones”, indica. "Si el tratamiento por abuso de sustancias o por otros problemas mentales no soluciona los factores que los desencadenan, como el aborto, el tratamiento puede ser ineficaz y es probable que las mujeres continúen en ese abuso para intentar apaciguar en algo el dolor”, añade.
Otros estudios han dado cuenta también de altos índices de depresión, desórdenes de ansiedad, tendencias suicidas, hospitalización psiquiátrica y otros problemas con los hijos que las mujeres tienen luego de haberse sometido a un aborto.
Para leer el estudio completo en inglés, puede acceder a: