MADRID,
Diversos sectores ciudadanos denunciaron la presión ejercida por el lobby “gay” que terminó con la aprobación en el Parlamento Europeo de una polémica resolución que promueve decididamente la agenda homosexual, lésbica, bisexual y transexual y contempla posibles sanciones contra los Estados miembros que se opongan a ella.
El texto considera como un derecho el “matrimonio” homosexual, la adopción de menores por parte de éstos, las manifestaciones como las del “Orgullo Gay” y promueve la educación de niños y jóvenes en la ideología y cultura “gay”.
Así, juzga como uno de los “sucesos preocupantes” en Europa la “prohibición de manifestaciones por la igualdad o por el orgullo gay”, como es el caso de la legislación lituana y polaca. Ante ello, el Parlamento instó a los Estados miembros a “asegurar que se respeta efectivamente la libertad de manifestación”.
El Parlamento hizo este mismo juicio respecto a “la introducción de modificaciones constitucionales para impedir o las uniones entre personas del mismo sexo”, como es el caso de Letonia y criticó que en algunos Estados miembros “las parejas del mismo sexo no gozan de todos los derechos y protección de que disfrutan los matrimonios heterosexuales”.
Así, para “erradicar la homofobia y promover una cultura de libertad, tolerancia e igualdad” entre los ciudadanos y en la legislación de los Estados miembros, el Parlamento les instó a que “garanticen la protección de la comunidad LGBT” –Lesbiana, Gay, Bisexual y Transexual– frente a lo que considera “lenguaje de odio y violencia homofóbica”. Al respecto pidió a los Estados que “aseguren que las parejas del mismo sexo disfruten del mismo respeto, dignidad y protección que el resto de la sociedad”.
Más adelante, el texto insta “a intensificar la lucha contra la homofobia mediante métodos educativos –tales como las campañas contra la homofobia en los centros escolares, en las universidades y en los medios de comunicación–, así como utilizando medios administrativos, judiciales y legislativos”.