CARACAS,
La Iglesia Católica participará, a través de un colectivo formado especialmente para la ocasión, en el polémico Foro Social Mundial que se celebrará en este país del 23 al 29 de enero.
El llamado “Colectivo Iglesia Católica” está abierto a las organizaciones que se sientan convocadas y actualmente está integrado por Departamentos Nacionales de Pastoral Juvenil, Medios de Comunicación Social, Pastoral Familiar, Pastoral Social-Caritas de Venezuela, Cáritas Caracas, Cáritas Los Teques, Cáritas Guarenas, Cáritas La Guaira y Vicaria de Derechos Humanos de Caracas, Asociación Venezolana de Educación Católica-AVEC, Asociación Venezolana de Servicios de Salud de Orientación Cristiana-AVESSOC, Justicia y Paz del Secretariado Conjunto de Religiosos y Religiosas de Venezuela- SECORVE, Centro Gumilla, Centro Pastoral de Salud Integral Caracas Centro de Derechos Humanos de la Universidad Católica Andrés Bello-UCAB, entre otros.
Los responsables explicaron que la participación de este colectivo se fundamenta en la respuesta que la Iglesia da al “reto por construir una nueva sociedad más justa, más humana, más fraterna y más cristiana en la aspiración por lograr el bien común y crear mejores condiciones para la persona y la familia”.
“Las comunidades, grupos, organizaciones e instituciones de la Iglesia deben hacer escuchar su voz, la fuerza de su testimonio y sobre todo el compartir la experiencia de muchos años al servicio a los más pobres y excluidos; para seguir uniendo fuerzas sin olvidar el compromiso de los cristianos en la transformación de este mundo”, agregan.
Aunque algunos analistas han advertido que esta edición del Foro Social Mundial se puede convertir en un vehículo de propaganda del gobierno de Hugo Chávez, el colectivo confía en que su participación responda a “la necesidad de hacer oír nuestra voz y nuestra propuesta de otro mundo posible desde el Evangelio y el pensamiento social de la Iglesia”.
“El divorcio existente entre lo escatológico y lo histórico; la reflexión de la acción, la fe y la vida nos interpela como cristianos y nos invita al anuncio de la Buena Noticia de Jesús vivo, como un paso mas ante los desafíos del inicio del tercer milenio en nuestra vida personal, familiar, pastoral y comunitaria para llegar al hermano en temas que desde su realidad se imponen como los derechos humanos fundamentales en lo económico, social, cultural y ambiental. Somos discípulos y misioneros de Jesús, y el testimonio, junto a la misión evangelizadora se realiza por Él, con Él y en Él. Camino, Verdad y Vida, para que nuestros pueblos en Él tengan vida”, indica el colectivo.