BUENOS AIRES,
El Congreso Arquidiocesano de Laicos de Salta terminó con un llamado y compromiso a una mayor participación de los laicos en la vida pública para construir “una patria de hermanos más justa, fraterna y solidaria”.
El Congreso se realizó el 12 y 13 de noviembre de 2005, pero las esperadas conclusiones fueron publicadas esta semana.
En ellas, se reafirma como deber del católico insertarse en la vida pública de la nación y trabajar en la reducción de la pobreza y la exclusión. “Los laicos queremos trabajar para llegar a la gente, devolverle la fe y la esperanza, realizando acciones que promuevan un cambio en la realidad, usando recursos humanos y espirituales”, señalan.
Además, invitan al trabajo con niños, ancianos y discapacitados; la inserción en el mundo de las comunicaciones, del trabajo, la promoción de valores y la defensa de la vida y la familia.
Con respecto a la política, se hace un llamado a la formación de dirigentes cristianos comprometidos con el bien común, “entendiendo que lo político no es malo, sino que hay malos políticos”. En ese sentido, se recuerda que la oración es la “base de todo tipo de iniciativas tanto políticas como sociales”.
El evento también abordó el papel del laico dentro de la Iglesia, concluyendo en la necesidad de una vivencia más profunda de la fe y su transmisión a las nuevas generaciones. Además se destaca el valor de la mujer, la pastoral con los divorciados vueltos a casar, la opción preferencial por los pobres, y el diálogo ecuménico e interreligioso.