MADRID,
El Obispo de Cádiz y Ceuta, Mons. Antonio Ceballos, pidió "salir al encuentro" del inmigrante para "cuidar y atender su dignidad" evitando que "corra el riesgo de aislarse, lo peor que puede ocurrirle".
En su carta pastoral con motivo de la Jornada Mundial del Inmigrante y el Refugiado del próximo 15 de enero, el Prelado consideró que, en ocasiones, el inmigrante “se siente solo y perdido en medio de un mundo desconocido, casi hostil".
Como resultado, explicó, se refugia en los suyos y se desinteresa por los valores, la cultura y las creencias "que encuentra a su paso", algo que también puede ser atribuido a compartamientos de la sociedad que marginan al inmigrante tratándolo como “advenedizo” y “extraño".
Mons. Ceballos apostó por "salir al encuentro" del inmigrante en "nuestra tarea misionera, cuya parte más radical es la atención y cuidado de su dignidad humana", aunque se preguntó si "abriremos por fin el corazón" para tratar a este colectivo "como hermanos".
Sin suprimir la propia identidad cultural
El Obispo de la diócesis que abarca territorio peninsular y del continente africano, pidió esforzarse por conocer la realidad "compleja y variada" de la inmigración, "cuáles son sus sufrimientos y dificultades", cuidar para que la integración "no se presente como una asimilación que induce a suprimir u olvidar la propia identidad cultural".