VATICANO,
Al inaugurar hoy el año académico de la Universidad Católica del Sagrado Corazón en Roma, el Papa Benedicto XVI aseguró que una auténtica universidad católica se caracteriza por la síntesis entre la calidad de investigación y enseñanza y la fidelidad al Evangelio y al magisterio eclesial.
Tras destacar el gran número de jóvenes que estudian en este centro de estudios, el Santo Padre preguntó "¿Cómo salen de aquí? ¿Qué cultura han encontrado, asimilado, elaborado? Este es el gran desafío: Dar vida a una auténtica universidad católica, que se caracterice por la calidad de la investigación y de la enseñanza, y al mismo tiempo, por la fidelidad al Evangelio y al magisterio de la Iglesia".
En su discurso, el Pontífice dijo que “la universidad católica es un gran laboratorio en el que, según las diversas disciplinas, se elaboran nuevas vías de investigación en un encuentro entre fe y razón que tiene como objetivo recuperar la síntesis entre ambas, a menudo contestada por corrientes importantes de la filosofía moderna”.
Criticando estas corrientes de pensamiento, Benedicto XVI señaló que “las cuestiones fundamentales del ser humano –cómo vivir y cómo morir– se excluyen del ámbito de la racionalidad y acaban pasando a la esfera de la subjetividad. De este modo, desaparece la cuestión que dio origen a la universidad –la de la verdad y el bien– para ser sustituida por la cuestión de la factibilidad. Aquí está el gran desafío de las universidades católicas: La investigación científica en el horizonte de una racionalidad diversa de la que hoy está ampliamente extendida, según una razón abierta al trascendente, a Dios".
En su intervención, el Pontífice pidió a los profesores y alumnos echar las redes, “al alto mar del saber, con pasión renovada por la verdad y por el ser humano, confiando en la palabra de Cristo, también cuando se experimenta el cansancio y la desilusión por no haber "pescado nada".
“En el vasto mar de la cultura, Cristo siempre tiene necesidad de ‘pescadores de hombres’, es decir, de personas de conciencia y bien preparadas, que pongan sus competencias profesionales al servicio del Reino de Dios. También el trabajo de investigación en la universidad, forma parte de este servicio al Reino y al ser humano si se lleva a cabo en una perspectiva de fe", dijo el Santo Padre.