MÉXICO D.F.,
En medio del clamor de más de 60 mil personas presentes en el Estadio Jalisco de Guadalajara, diez laicos y tres sacerdotes asesinados por “odio a la fe” durante la persecución religiosa en México en la tercera década del siglo XX, fueron declarados beatos en la Misa presidida, en nombre del Papa Benedicto XVI, por el Cardenal José Saraiva Martins, Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos.
Los beatificados bajo el grito "Viva Cristo Rey” son los laicos mexicanos Anacleto González Flores, Luis Padilla Gómez, Jorge Vargas González, Ramón Vargas González, Ezequiel Huerta Gutiérrez, Salvador Huerta Gutiérrez, Luis Magaña Servín, Miguel Gómez Loza, Leonardo Pérez Larios y José Sánchez del Río y los sacerdotes José Trinidad Rangel, Ángel Darío Acosta y Andrés Solá, este último español.
En la ceremonia, concelebrada por el Arzobispo de Guadalajara, Cardenal Juan Sandoval Iñiguez, y decenas de obispos y sacerdotes procedentes de todo México, el Cardenal Saraiva Martins leyó la carta apostólica firmada por el Papa Benedicto XVI en la que declara beatos a los trece mártires.
En su homilía, el Cardenal Prefecto dijo que “los beatos defendieron pacíficamente el derecho a la libertad religiosa, aún con su propia sangre" y resaltó que "Anacleto González Flores y sus compañeros buscaron ser agentes del perdón en una época en la que el pueblo estaba dividido".
Asimismo, el Cardenal portugués calificó a los mártires de "fieles testigos" de la misión de la Iglesia y aseguró que la historia jamás los olvidará.
Durante la celebración, se transmitió en pantallas gigantes un mensaje del Papa Benedicto XVI que fue presenciado por los miles de asistentes procedentes de México y el extranjero.