VATICANO,
Tras presidir la proyección de la película “Juan Pablo II” este jueves en el Aula Pablo VI del Vaticano, Benedicto XVI agradeció a Dios haber dado a la Iglesia y al mundo “un Papa de una talla humana y espiritual tan elevada" y resaltó que el filme confirma que los lazos espirituales y afectivos entre el Papa Wojtyla y los fieles no se han interrumpido.
Al final de la película, el Papa agradeció a Lux Vide, sociedad que junto a la RAI italiana, otras televisoras europeas y la CBS estadounidense realizaron el largometraje, que comienza con el atentado en la Plaza de San Pedro, el 13 de mayo de 1981, a manos del terrorista turco Ali Agca.
"La visión de esta película –dijo Benedicto XVI– ha renovado en mí y en cuantos han tenido la oportunidad de conocer a Juan Pablo II el sentido de profunda gratitud a Dios por haber dado a la Iglesia y al mundo un Papa de una talla humana y espiritual tan elevada".
El Santo Padre dijo que "por encima de toda valoración particular, esta película es una ulterior constatación del cariño de la gente por el Papa Wojtyla y de su gran deseo de recordarlo, de volverlo a ver, de sentirlo cercano. Por encima de los aspectos más superficiales y emotivos de este fenómeno, existe una íntima dimensión espiritual, que constatamos cada día aquí en el Vaticano al ver la multitud de peregrinos que vienen a rezar, o a rendir únicamente un rápido homenaje a su tumba en las grutas vaticanas".
En sus palabras de agradecimiento, el Pontífice dijo que “aquel vínculo afectivo y espiritual con Juan Pablo II, que se hizo estrechísimo en los días de su agonía y de su muerte no se ha interrumpido”.
“Desde entonces no se ha roto, porque es un vínculo entre almas: entre la gran alma del Papa y las almas de muchos creyentes; entre su corazón de padre y los corazones de innumerables hombres y mujeres de buena voluntad, que han reconocido en él al amigo, al defensor del ser humano, de la verdad, de la justicia, de la libertad, de la paz. En todo el mundo –concluyó–, muchísimas personas han admirado sobre todo su coherente y generoso testimonio de Dios".