MADRID,
Autoridades del Ejecutivo anunciaron su intención de reducir los aportes que recibe la Iglesia a través de la decisión libre de los ciudadanos que actualmente le destinan un porcentaje de sus impuestos.
Ayer, la Vicepresidenta del Gobierno español, María Teresa Fernández de la Vega, dijo que “se está llegando a un punto en el que las aportaciones (a la Iglesia) ya no pueden ir a más y tendrán que ir a menos” porque, según dijo, no ha cumplido su “objetivo de autofinanciación”.
Igualmente, el secretario general del PSOE de Almería, Martín Soler, señaló que la Ejecutiva provincial del partido pedirá al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, “que anule las ayudas económicas a la Iglesia Católica” ya que "no queremos que el Gobierno, con dinero público, financie una Iglesia que se dedica a hostigar, a hacer política y a no cumplir con el Evangelio”.
Las polémicas declaraciones se publicaron dos días después de la multitudinaria marcha contra el proyecto de Ley Orgánica de Educación (LOE), que pretende cortar la libertad de los padres de decidir sobre la educación de sus hijos. Esta manifestación contó con el apoyo de los obispos y reunió a más de un millón y medio de personas.
El Presidente de la Comisión de Enseñanza de la Conferencia Episcopal Española (CEE) y Obispo de Málaga, Mons. Antonio Dorado, dijo que las palabras de Fernández de la Vega son “inoportunas” y “suenan a amenaza”.
En declaraciones a la agencia EFE, el Prelado recordó que “el dinero que se ofrece a la Conferencia Episcopal no procede del Gobierno, sino de la sociedad que libremente suscribe una cláusula poniendo ‘sí’ en la parte que se detrae de los impuestos del pueblo”.