ROMA,
Al advertir del peligro de guiarse en la ciencia por “los principios de una utilidad superficial”, el Papa Benedicto XVI reiteró que los nuevos descubrimientos científicos “deben respetar siempre la inviolabilidad de la persona, cuya vida es sagrada en todas sus fases”.
"El progreso de las ciencias puede ser una bendición o una ruina para el ser humano”, dijo el Papa ante un grupo de miembros de la Unión Cristiano Social del Parlamento de Baviera en la Sala Clementina del Vaticano.
En su discurso pronunciado en alemán, el Santo Padre hizo notar que “los políticos a la hora de decidir sobre el uso correcto o incorrecto de la ciencia deben sopesar si guiarse por los principios de una utilidad superficial o seguir las leyes de Dios”.
“Hombres y mujeres son responsables ante Dios, el dador de toda vida, de sus acciones, que deben respetar siempre la inviolabilidad de la persona –cuya vida es sagrada en todas sus fases– cuando se sirven de los nuevos descubrimientos científicos", señaló el Pontífice en su discurso de quince minutos.
Al referirse al tema de la educación de los jóvenes, Benedicto XVI recalcó que "para que los logros más elevados de nuestra cultura se respeten y promuevan también en el futuro, la juventud debe contar con una sólida formación, basada no sólo en meros presupuestos tecnocráticos o económicos, sino en el patrimonio intelectual que responde a los nombres de Atenas, Jerusalén y Roma”.
“En este contexto, querría mencionar la contribución especial e irreemplazable de las facultades teológicas a las universidades del país. Yo también tuve el honor de enseñar como profesor de Dogmática en la sede universitaria de Regensburg. Aquella es una época que recuerdo con agrado", señaló el Santo Padre.