MADRID,
El Obispo de la diócesis de Málaga, de la que forma parte la ciudad de Melilla (África), Mons. Antonio Dorado, consideró que la devolución a las autoridades de Marruecos de los inmigrantes subsaharianos que cruzaron ilegalmente la frontera hace unas semanas es un error, “pues es una manera fácil de trasladar a los vecinos marroquíes una situación de emergencia que nos atañe a todos”.
Así lo hizo saber el Prelado desde la ciudad autónoma de Melilla (frontera con Marruecos) durante una Vigilia de oración celebrada este lunes.
“Antes que cameruneses, congoleños, nigerianos o españoles, somos personas, hijos de Dios y tenemos una dignidad inviolable”, afirmó Mons. Dorado.
Ante la “presión migratoria”, advirtió el Obispo, “Europa ya no puede seguir mirando, por más tiempo, a otro lado”, precisando que “si no busca respuestas movida por la solidaridad, tendrá que hacerlo por egoísmo”.
El Prelado señaló, asimismo, que la respuesta adecuada a la pobreza en África “no consiste en privar a estos pueblos de sus hijos más audaces y mejor preparados, como suelen ser muchos inmigrantes”.
“El porvenir de África no consiste en que sus mejores hijos la abandonen, sino en alcanzar un mejor desarrollo económico, social y político de sus pueblos. Es una cuestión de vida o muerte para todos, también para los pueblos más ricos, en la que se deben implicar la Unión Europea, las Naciones Unidas y aquellos organismos internacionales”, añadió el Obispo de Málaga.