MADRID,
El Arzobispo de Valladolid, Mons. Braulio Rodríguez Plaza, dirigió un enérgico mensaje a los padres de familia que preparan a sus hijos para recibir la Primera Comunión, advirtiéndoles que educar a los niños en la fe supone una vivencia personal, para evitar así el peligro de estar "haciendo ateos en pequeño”.
El Prelado sustentó que los niños son preparados para vivir la fe sólo después de haber realizado el Sacramento, sin tener previamente un acercamiento a la fe y una participación en la Eucaristía dominical. El problema de la preparación de los niños a la Primera Comunión es “evidente” en la medida en que no se logra que los “niños entiendan y sobre todo, vivan el significado en su proceso de iniciación cristiana”.
El problema, reiteró el Prelado, está en la educación de los padres y en la forma cómo éstos viven la fe, porque si ellos “no viven cristianamente, no pueden educar a sus hijos”, y los niños no pueden “estar ya pensando únicamente, cuando los llevan sus padres a la catequesis parroquial, en el día de la Primera Comunión. Deben saber los padres y los catequistas que esos niños deben comenzar a frecuentar la Eucaristía dominical e ir poco a poco introduciéndolos en la celebración, antes de la celebración de la Eucaristía donde pueden comulgar por primera vez. No la entienden y se aburren”.
“Deben saber los padres que no se puede permitir que, si ellos no están dispuestos a ayudar a sus hijos en esta tarea de iniciación a la vivencia del misterio cristiano, que sus hijos sean aparcados en la parroquia para un tiempo de catequesis no aprovechada, a la que ellos generalmente no apoyan, sea suficiente para celebrar la Primera Comunión”, agregó el Prelado.
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