VATICANO,
Durante la 15º Congregación General del Sínodo de los Obispos sobre la Eucaristía, el Arzobispo de Sydney (Australia), Cardenal George Pell, explicó algunas de la razones por las que perder el celibato obligatorio del clero sería un “gravísimo error” que no solucionaría las “sombras” y dificultades en la misión de la Iglesia en el mundo.
Tras reconocer los grandes aportes del Concilio Vaticano II, como la constante expansión misionera y los nuevos movimientos y comunidades, el Purpurado recordó que el período posterior a este acontecimiento fue un tiempo de confusión y defecciones. Para hacer frente a estas “sombras”, el Cardenal sugirió como presupuesto “el mantenimiento de la Iglesia latina de tradición antigua y la disciplina del celibato obligatorio para el clero diocesano y las órdenes religiosas”.
Sobre las razones de su propuesta, el Purpurado australiano expuso ante los 239 padres sinodales reunidos esta mañana, que “perder ahora esa tradición representaría un error gravísimo, que engendraría confusión en las zonas de misión y no reforzaría la vitalidad espiritual del primer mundo”.
“Representaría un distanciamiento de la práctica del Señor mismo, acarrearía graves desventajas prácticas a la acción de la Iglesia –es decir financieras– y debilitaría el significado de ‘signo’ del sacerdocio; debilitaría además el testimonio del sacrificio amoroso y de la realidad de los Novísimos y del premio en el cielo”, dijo el Arzobispo.
Asimismo, el Cardenal Pell señaló que “los servicios eucarísticos, o las liturgias de la Palabra, cuando los sacerdotes están disponibles, no deberían delegarse. Estas inútiles sustituciones de personas, a menudo no están motivadas por el hambre del Pan de Vida, sino por la ignorancia y la confusión, cuando no, incluso por la hostilidad al ministerio sacerdotal y a los sacramentos".
Las Mejores Noticias Católicas - directo a su bandeja de entrada
Regístrese para recibir nuestro boletín gratuito de ACI Prensa.