La histórica Catedral de St. Louis de Nueva Orleans, abrió nuevamente sus puertas para celebrar la primera Eucaristía luego del devastador paso del huracán Katrina por esta ciudad.
Con la participación de feligreses, residentes y socorristas de la zona, el Arzobispo de Louisiana, Mons. Alfred Hughes, presidió la Eucaristía, durante la cual reflexionó sobre el sufrimiento y la pérdida causados por el huracán.
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