ROMA,
“Dejadme ir a la Casa del Padre”. Estas fueron las últimas palabras que el Papa Juan Pablo II pronunció en polaco con una tenue voz seis horas antes de realizar su tránsito a la última y definitiva morada.
Según la prensa internacional, así lo revela un exhaustivo informe sobre la agonía y muerte de Juan Pablo II realizado en el Vaticano que será publicado próximamente.
El reporte de 220 páginas detalla cómo el entonces Pontífice, a las 3:30 p.m. del sábado 2 de abril, debilitado por la fiebre y con una cánula en la garganta, utilizó sus escasas energías en su conmovedora despedida. Después de entrar en coma a las siete, a las 21:37 se encontró con el Padre en un eterno abrazo.
La publicación de todos los detalles significativos a través de un informe minucioso en “Acta Apostolicae Sedis”, el boletín oficial del Vaticano, sería una disposición del Papa Benedicto XVI.
Doloroso Vía Crucis
Tras su fallido y conmovedor intento de dar la bendición “Urbi et Orbi” el último Domingo de Pascua, que arrancó los aplausos y el llanto de los fieles reunidos en la Plaza de San Pedro, Juan Pablo II –que después de su segunda hospitalización sufría “déficit nutricional y marcada debilidad”– volvió a asomarse a la ventana de su habitación el miércoles 30 de marzo para dar la bendición. Este nuevo intento tampoco tuvo éxito. Aquella comparecencia “fue la última estación pública de su doloroso Vía Crucis”, dice el documento vaticano.