BUENOS AIRES,
El Arzobispo Emérito de Resistencia, Mons. Carmelo Giaquinta, advirtió que los males que amenazan a los cristianos son los mismos que amenazan a la Iglesia, e hizo un alusión especial al disgusto o “mal espíritu” y la “tristeza”.
En cuanto al “mal espíritu”, Mons. Giaquinta, explicó que “hay cristianos que ven espíritus por todas partes. No son muchos dentro de la Iglesia Católica. Pero los hay. Hay otros que no los ven por ninguna parte, pero no se dan cuenta del mal espíritu que tienen. Éste sí está muy difundido en la Iglesia y es preciso una buena pedagogía pastoral para mostrarlo y extirparlo, porque hace mucho daño al que está poseído por él y a quien se le acerca”.
“Se manifiesta de muchas maneras, un rasgo es el mal humor. Hay personas que, aunque comulguen todos los días, viven en un disgusto permanente con respecto a la Iglesia. Nada de ella les cae bien, como si ellos no fuesen parte de la misma. El disgusto se concretiza en particular contra el Papa y los demás pastores", indicó.
El Prelado agregó que quien sufre de “mal espíritu” no suele ser “consciente de ello, pues parece un ser normal y piensa estar haciendo el bien, e incluso ofrece la solución de los problemas que denuncia" y advirtió que "casi nunca se da en los sencillos, sino más bien en los cultos y consagrados”.
Refiriéndose a la tristeza, Mons. Giaquinta, explicó que ésta se manifiesta principalmente en la falta de “entusiasmo apostólico” y en la familia se evidencia en los “matrimonios desamorados, que ya no recuerdan el primer amor y sólo se aguantan. Otro rasgo es la murmuración permanente con la que enfrentan los problemas de la Iglesia. Tiene explicaciones para todo, pero siempre otro es el causante. Nunca ellos”.
no hay alegría, falta el Espíritu Santo