VATICANO,
Durante la recitación del Ángelus en el Palacio Apostólico de Castel Gandolfo, el Papa Benedicto XVI recordó la profunda devoción Juan Pablo II por la Eucaristía y llamó al mundo católico a unirse en oración para el próximo Sínodo de Obispos que abordará este tema.
El Pontífice recordó la proximidad de la fase conclusiva del Año de la Eucaristía que se realizará en octubre con la celebración de la Asamblea Ordinaria del Sínodo de los Obispos que tendrá como tema: “La Eucaristía: fuente y culmen de la vida y de la misión de la Iglesia”.
En este contexto, el Santo Padre recordó a su predecesor diciendo que “este Año especialmente dedicado al Misterio eucarístico ha sido querido por el amado Papa Juan Pablo II para despertar en el pueblo cristiano la fe, el asombro y el amor hacia este gran Sacramento que constituye el verdadero tesoro de la Iglesia”.
“¡Con cuánto amor -continuó diciendo- celebraba la Santa Misa, centro de toda su jornada! ¡Y cuánto tiempo pasaba en adorante, silenciosa oración delante del Tabernáculo! En los últimos meses, la enfermedad lo asimiló cada vez más a Cristo sufriente".
El Santo Padre destacó que "impresiona el pensar que, en la hora de la muerte, él se ha encontrado uniendo la ofrenda de la propia vida a aquella de Cristo en la Misa que era celebrada a su lado. Su existencia terrena se ha cerrado en la Octava de Pascua, justamente en el corazón de este Año eucarístico, en el cual ha tenido lugar el paso de su gran pontificado al mío".
"Con gozo, desde el inicio de este servicio que el Señor me ha encomendado, reafirmo la centralidad del Sacramento de la presencia real de Cristo en la vida de la Iglesia y en aquella de todo cristiano”, exclamó el Pontífice.