TEGUCIGALPA,
El responsable del Departamento de Pastoral Juvenil de la Conferencia de Obispos de Honduras, Mons. Rómulo Emiliani, llamó a la sociedad y autoridades a trabajar decididamente para rescatar a la juventud hondureña de la aguda crisis moral y material que en muchos casos la empuja a la violencia.
“Una juventud esclavizada, silenciada y adormecida nos augura un futuro deprimente”, advirtió el también Obispo Auxiliar de San Pedro Sula. Añadió que los bajos niveles de escolaridad, el consumo de drogas, la crisis familiar, la proliferación del SIDA, la violencia y la constante emigración, hacen que los cimientos de la sociedad y economía hondureñas se vean socavados.
Asimismo, pidió a los feligreses no contentarse con evangelizar a los jóvenes que asisten a las parroquias, porque estos “no suman el 20 por ciento de los chicos y chicas católicos”. Advirtió que la mayoría vive alejada de la Iglesia y que una juventud que no conoce a Dios cae en el relativismo y “no puede enfrentarse a los grandes desafíos humanos e históricos”.
Mons. Emiliani indicó que el sistema educativo debe ser renovado y ello “requiere invertir mucho más recursos”. En su comunicado, sugirió al Estado destinar “una parte de los fondos de la condonación de la deuda externa” para mejorar “radicalmente todo el engranaje formativo nacional”, haciendo “hincapié en los valores sin descuidar lo académico”.
Sobre los constantes asesinatos que ocurren en el país, el Prelado señaló que “como Iglesia (nos duele) contemplar este baño irracional de sangre, que con una violencia demoníaca, se ensaña sobre todo en los jóvenes que ponen la mayor parte de los muertos”.
Explicó que este “genocidio juvenil” se alimenta de una juventud sin oportunidades, hambrienta, sin familia, y que si no cae en las drogas, “huye desesperadamente a los Estados Unidos” jugándose la vida muchas veces.