COLONIA,
El resonante éxito de la Jornada Mundial de la Juventud en Colonia se debió a que la Iglesia Católica en Alemania “confió en Dios para la llevar a cabo esta gran empresa”, dijo el Cardenal Joachim Meissner, Arzobispo de Colonia; durante una conferencia de prensa realizada tras la partida del Pontífice.
El Purpurado señaló con humor que desde el principio “había decidido no hacerme mala sangre, ni siquiera por la seguridad, sino disfrutar, porque algo como la Jornada Mundial es una empresa de Dios”.
El Prelado encargado de la Jornada Mundial de la Juventud, Mons. Heiner Koch, subrayó sobre todo la espiritualidad demostrada por la juventud, más allá de los encuentros de masas.
Mons. Koch señaló que durante los cincos días de la Jornada se celebraron 250 catequesis simultáneas en diversos idiomas, “todas ellas muy concurridas, las misas matutinas y las de medianoche se llenaron de jóvenes concentrados y ‘las carpas de silencio’ montadas para la oración particular resultaron un éxito, como también las vigilias y los Vía Crucis”, señaló.
Por su parte, el Presidente de la Conferencia Episcopal Alemana, Cardenal Karl Lehmann, señaló que “la Juventud gana terreno en la Iglesia y la Iglesia entre la Juventud”.
El Purpurado señaló que “el Papa ha dado una impresión magnífica”; porque “se ha ganado las simpatías con su modesta forma de presentarse”.