BOGOTÁ,
Según cifras de la Conferencia Episcopal Colombiana (CEC), con el asesinato de dos sacerdotes en la diócesis de Ocaña, la cifra de presbíteros muertos por la violencia en los últimos cinco años subió a 32.
En declaraciones a la prensa, el Secretario General del Episcopado, Mons. Fabián Marulanda, expresó su preocupación por la falta de respeto hacia los sacerdotes y religiosas en las zonas de conflicto.
"Aunque las organizaciones guerrilleras han sido complacientes en no obstaculizar la misión de los agentes de la Iglesia, con mucha frecuencia ellos son amenazados o son conminados a salir de las regiones", afirmó el Obispo y relató que con frecuencia los prelados exhortan a sus sacerdotes para que no corran riesgos en sus viajes a zonas apartadas y conflictivas, en donde suelen ser la única voz de alivio.
Con la muerte de los sacerdotes Vicente Rozo y Jesús Mora, asesinados en un ataque contra el vehículo en el que viajaban, son 69 los miembros de la Iglesia asesinados en los últimos 20 años en Colombia. De estos, 59 son sacerdotes y dos obispos.
En el mismo lapso, 54 religiosos han sido amenazados, y 5 obispos, 18 sacerdotes y un misionero han sido secuestrados, 71 iglesias han resultado destruidas o averiadas por ataques de grupos al margen de la ley.
Mons. Héctor Fabio Henao, director del Secretariado Nacional de Pastoral Social, afirmó que las amenazas a obispos y agentes pastorales son más frecuentes en Arauca, Antioquia y la Costa Atlántica.