COLONIA,
Al inicio de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) Colonia 2005, el Arzobispo anfitrión de la ciudad, Cardenal Joachim Meisner, señaló que la JMJ “es un acontecimiento profundamente espiritual para el que han llegado muchas personas. Es un acontecimiento que quiere y busca despertar la alegría de la fe en Dios”.
En conferencia de prensa, el Purpurado también indicó que la “generación de jóvenes debe dar testimonio de su fe públicamente" resaltando "la necesidad de ésta en el mundo en que vivimos”.
Al referirse a Juan Pablo II, afirmó que el fallecido Pontífice “nos ve desde el cielo” y agregó que ahora con Benedicto XVI “debemos hacer lo que Juan Pablo II nos pidió: ´ser constructores de una cultura de solidaridad´”.
El Arzobispo de Colonia aseguró que “la paz de los hombres en la tierra depende de Dios y Dios no es algo adicional en la vida de todos nosotros. Es indispensable para construir esta cultura de la solidaridad”.
Por su parte, el Obispo de Mainz, Cardenal Karl Lehmann afirmó que “ya son 20 años de la Jornada Mundial de la Juventud que se inició en 1985. Eventos como estos congregan a muchísimas personas en el mundo. Esta es la cuarta jornada en la que participo".
“Es importante que –continuó el Purpurado– no nos quedemos en nuestros grupos íntimos sino que salgamos a dar testimonio público de nuestra fe. Necesitamos eventos de esta envergadura para dejar claro que no desistimos de nuestra esperanza y nuestra unidad en ella se fortalece”.