Uno de los más importantes exponentes de la teoría del designio inteligente aseguró que el artículo sobre el evolucionismo del Arzobispo de Viena, Cardenal Christoph Schonborn, publicado en el New York Times, “es una muy necesaria aclaración” sobre las enseñanzas de la Iglesia que con frecuencia son malinterpretadas.
En diálogo con ACI Prensa, el doctor Michael Behe de la Leigh University de Pennsylvania, manifestó su desacuerdo con los críticos que consideran que el artículo del Cardenal Schonborn genera una brecha con al pensamiento de Juan Pablo II, quien enseñó que muchos aspectos del evolucionismo no entran en conflicto con la Iglesia Católica. Para Behe el artículo simplemente “es una muy necesaria aclaración”.
“Por años, los darwinistas le han dado vueltas a las palabras de Juan Pablo II buscando su propio beneficio, interpretándolas equivocadamente”. Si bien el fallecido Pontífice estaba abierto a algunos aspectos del evolucionismo como los ancestros en común, Behe aclaró que Juan Pablo II “no estaba abierto a la idea de que el evolucionismo sucedió al azar y sin una guía”.
En su artículo, el Arzobispo de Viena enfatizó que “el evolucionismo, en el sentido de los ancestros comunes puede ser cierto, pero el evolucionismo en el sentido del neo-darwinismo –un proceso no planificado, sin guía y de selección natural– no puede serlo. Cualquier sistema de pensamiento, que niegue o busque otras explicaciones distintas a la idea del designio inteligente en la biología, es una ideología, no es ciencia”.
Confusión de palabras
Para Behe uno de los mayores problemas –y una tremenda fuente de incomprensión de la posición de la Iglesia– en el debate sobre la evolución tiene que ver con que muchos creen que la teoría del designio inteligente y el creacionismo son sinónimos. El profesor de la Leigh University explica que no lo son.