CARACAS,
La Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) terminó su Asamblea Plenaria con un llamado a defender la vida desde la concepción por la vía del diálogo, ante los intentos por despenalizar el aborto en el país.
El documento final de la Asamblea deplora que algunas “personas y grupos” no asuman el derecho a la vida “como básico e irrenunciable. Lo deploramos profundamente y los invitamos a la reflexión y al diálogo”.
Los obispos recuerdan que “el Evangelio nos lleva a proclamar con fuerza que la vida constituye un derecho fundamental. Los seguidores de Jesucristo, con tantos otros creyentes y hombres de buena voluntad, estamos llamados a ser defensores de este derecho, en su comienzo, en su desarrollo, en su final”.
El texto denuncia como “generadores de una forma particular de anticultura de muerte” a quienes promueven los atentados contra la vida.
“Una atención especial merece la propuesta de modificación del Código Penal para la despenalización del aborto en determinados casos. Como Iglesia reafirmamos nuestra posición de defensa de la vida”, indica el documento y recuerda que “no es aceptable que se castigue con la muerte al más indefenso, el recién concebido, y la solución consista en desembarazarse de él. Abogamos por una atención adecuada, en los diferentes ámbitos, a las mujeres que sufren las consecuencias de estos atropellos; y exigimos la aplicación estricta de la justicia en los casos que la ameriten”.
Los obispos reiteraron “la opción de la Iglesia por una cultura de la vida y de la paz; estamos irrestrictamente a su favor y servicio, y rechazamos lo que sepa a cultura de muerte. Apoyamos cuanto favorezca la reconciliación y permita superar las siembras de odio y de división. Hay muchas realidades, valores y signos en nuestro cristianismo, que deben ser evocados y potenciados en la Venezuela de hoy, para ponerlos al servicio de todos, de modo que iluminen los senderos que el país debe recorrer”.