VATICANO,
El Santo Padre recordó con evidente alegría la publicación del Compendio del Catecismo de la Iglesia Católica invitando a todos a meditarlo permitiendo que su contenido penetre el alma.
A lo largo de su homilía, con ocasión de la Solemnidad de San Pedro y San Pablo, manifestó el gozo por “haber podido entregar a la Iglesia una nueva guía para la transmisión de la fe, que nos ayuda a conocer mejor y vivir mejor la fe que nos une: el Compendio del Catecismo de la Iglesia Católica”.
“Aquello que en el gran Catecismo es presentado en modo detallado, es aquí recapitulado en sus contenidos esenciales, que deben ser traducidos en el lenguaje cotidiano y concretizados siempre en modo nuevo”.
Asimismo, el Papa hizo una pequeña reflexión en torno a un icono de Cristo del IV siglo que se encuentra en el Compendio. Tal icono “representa a Cristo en su dignidad de Señor de la tierra, así como de Heraldo del Evangelio. ‘Yo soy el soy’ es mostrado aquí como su nombre propio: todo aquello que existe viene de Él; Él es la fuente originaria de todo ser. Y porque es único, está también siempre presente, está siempre cerca de nosotros y al mismo tiempo siempre nos precede: como indicador del camino de nuestra vida, siendo Él mismo el camino”.
“No se puede leer este libro como se lee una novela. Es necesario meditarlo con calma en sus partes y permitir que su contenido, mediante las imágenes, penetre en el alma”.
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