VATICANO,
En su primera visita a un Estado, esta vez a Italia, el Papa Benedicto XVI pidió al pueblo italiano conservar su patrimonio cristiano, tutelar la familia fundada en el matrimonio y defender la vida humana y la educación.
En el discurso que pronunció en el palacio del Quirinal ante el Presidente italiano, Carlo Azeglio Ciampi y el Primer Ministro, Silvio Berlusconi, entre otras autoridades civiles y de la Santa Sede, el Papa manifestó su deseo de que el pueblo italiano, “no sólo no reniegue del patrimonio cristiano que forma parte de su historia, sino que lo conserve para que siga produciendo frutos dignos del pasado”.
“Confío en que Italia, bajo la guía sabia y ejemplar de quienes están llamados a gobernarla, siga desarrollando en el mundo la misión civilizadora que la ha caracterizado a lo largo de los siglos”, dijo el Santo Padre tras asegurar a la ciudadanía romana y a toda la nación italiana su "compromiso de trabajar con todas las fuerzas por el bien religioso y civil de aquellos que el Señor ha confiado a mi cuidado pastoral".
En la octava visita de un Papa a la residencia de los presidentes de la República Italiana desde la firma de los Pactos Lateranense en 1929, el Pontífice señaló que “en virtud de su historia y de su cultura, Italia puede aportar una contribución muy válida, en particular en Europa, ayudándola a volver a descubrir aquellas raíces cristianas que la hicieron grande en el pasado y que pueden favorecer todavía hoy la unidad profunda del continente".
Familia, vida humana y educación
A continuación, el Papa señaló que entre las numerosas preocupaciones del inicio de su pontificado, que "tienen que interesar también a los responsables de la administración pública", se incluyen "el problema de la tutela de la familia fundada en el matrimonio, como es reconocida por la Constitución italiana, el de la defensa de la vida humana (...) y el de la educación".