VATICANO,
En un enérgico discurso dirigido a los obispos de Sudáfrica, Botswana, Swazilandia, Namibia y Lesotho, que este viernes concluyeron su visita "ad limina", el Papa Benedicto XVI confirmó la doctrina de la Iglesia sobre el celibato sacerdotal y sobre la fidelidad y la abstinencia como los únicos medios realmente eficaces para prevenir el SIDA.
Luego de señalar que los católicos son minoría en la región de la que proceden los obispos, el Pontífice dijo que por ese motivo era “esencial promover la crucial labor de catequesis para asegurar que el pueblo de Dios esté realmente preparado para testimoniar con la palabra y con las obras la enseñanza auténtica del Evangelio”.
El Santo Padre afirmó luego que, aunque esta región africana tiene necesidad de más sacerdotes, “hay que dar gracias a Dios por el gran número de vocaciones” en el África subsahariana.
Sin embargó subrayó a los obispos “la grave responsabilidad de ayudar a los presbíteros a ser hombres de Eucaristía. Los sacerdotes están llamados a dejar todo y a ser cada vez más devotos del Santísimo Sacramento”.
“Por tanto –siguió el Papa–, os animo en vuestros esfuerzos para seleccionar concienzudamente a los candidatos al sacerdocio. Al mismo tiempo, esos hombres jóvenes deben ser formados con gran atención para garantizar su preparación ante los numerosos desafíos que deben afrontar”.
El Pontífice advirtió que “un mundo lleno de tentaciones necesita sacerdotes que estén totalmente entregados a su misión” y que “sirvan a los demás como lo hizo Cristo, abrazando el don del celibato”.