VATICANO,
El Papa Benedicto XVI pronunció el lunes por la noche una conferencia decisiva en la que explicó los fundamentos de la visión católica sobre el derecho a la vida desde la concepción y el matrimonio heterosexual y monógamo, a la vez que señaló los riesgos del relativismo.
El Pontífice pronunció la extensa y articulada conferencia en la Basílica de San Juan de Letrán, durante la inauguración de un Congreso eclesial promovido por la Diócesis de Roma sobre el tema “Familia y comunidad cristiana: formación de la persona y transmisión de la fe”.
El Santo Padre comenzó sus reflexiones explicando el fundamento natural de la familia, destacando que el ser humano ha sido creado a imagen de Dios y “Dios mismo es amor”.
Por este motivo, explicó el Papa, “la vocación al amor es lo que hace del ser humano la auténtica imagen de Dios”. “De esta fundamental conexión entre Dios y el ser humano deriva otra: la conexión indisoluble entre espíritu y cuerpo”, agregó.
“La totalidad del ser humano –continuó– incluye la dimensión del tiempo, y el ‘sí’ del hombre significa ‘siempre’; constituye el espacio de la fidelidad. Sólo dentro de éste puede crecer la fe”.
“La mayor expresión de la libertad”, agregó el Pontífice, “es la capacidad de decidirse por un don definitivo, en el que la libertad, donándose, se realiza plenamente. En concreto, el ‘sí’ personal y recíproco del hombre y de la mujer está destinado al don de una nueva vida” y “es un ‘sí’ públicamente responsable, con el que los cónyuges asumen la responsabilidad pública de la fidelidad”.