BARCELONA,
En una carta dirigida a los obispos catalanes reunidos en el Monasterio de Monserrat para conmemorar y evaluar el décimo aniversario del Concilio Provincial Tarraconense, el Papa Benedicto XVI alentó a los prelados a poner en práctica sus conclusiones tratando de favorecer la mayor “profundidad de espíritu” y las “directrices del Concilio Vaticano II”.
La carta fue leída en la Celebración Eucarística presidida por el Arzobispo de Tarragona, Mons. Jaume Pujol, en la que concelebraron todos los obispos catalanes. A través de la misiva, el Papa impartió su bendición apostólica a los asistentes.
Mons. Jaume Pujol, presidente de la Conferencia Episcopal Tarraconense, defendió el contenido del Concilio Provincial, que en 1995 se estableció como marco de trabajo de la Iglesia en Cataluña: “Está claro que está más vigente que nunca”, aseguró.
En su homilía, Mons. Pujol destacó “el extraordinario trabajo” que se ha hecho estos últimos años en aplicación de sus 170 resoluciones e invitó a celebrarlo con alegría. Asimismo, el Arzobispo recordó el Concilio Provincial como “un momento de fuerte comunión y vitalidad”.
Más adelante, Mons. Pujol definió a la Iglesia en Cataluña como “una familia abierta a todo el mundo” y a la sociedad actual como “más secular y plural que nunca, más marcada por el progreso de la técnica y con más desequilibrios sociales y educativos”.
Acercar el Evangelio a la sociedad