BOGOTÁ,
El Arzobispo de Bogotá y Presidente de la Conferencia Episcopal Colombiana (CEC), Cardenal Pedro Rubiano Sáenz, afirmó que “si el Siglo XX pasó a la historia como el siglo de la muerte por las dos guerras mundiales, el genocidio y exterminio de pueblos (...), el siglo XXI debería ser, es una justa aspiración, el siglo de la vida”.
En un mensaje titulado “Yo he venido para que ustedes tengan vida y la tengan en abundancia”, el Purpurado señaló que la aspiración de hacer el siglo XXI el siglo de la vida, es algo que “han pensado muchísimos hombres y mujeres. Así lo ha proclamado la Iglesia, maestra y defensora de la vida”.
“Una vez más queremos alzar nuestra voz en defensa de la vida. La Constitución Política de Colombia establece en el artículo 11: ‘El derecho a la vida es inviolable. No habrá pena de muerte’”, agregó.
El Cardenal Rubiano expresó su extrañeza ante “la pretensión de la Corte Constitucional, llamada a preservar la letra y el espíritu de nuestra Carta magna” al declarar “la inexequibilidad del artículo 122 de la ley 599 del año 2000 que penaliza el aborto en Colombia”.
El Purpurado cuestionó “¿por qué habría de aceptarse una práctica antihumana precisamente en el momento en que la idea de los derechos humanos parece haber obtenido un reconocimiento universal e incondicional? y ¿por qué hay también cristianos, incluso personas de elevada condición moral, que piensan que la normativa sobre la vida humana debería entrar en el juego de los necesarios compromisos de la vida política? Y lo que es más grave aún, ¿porque una legislación habría de convertir un derecho en injusticia y crimen?” .
“El aborto no es, ni de lejos, la solución a estos males –continuó– El Aborto no va a poner término a las relaciones sexuales indeseadas, ni a la violencia física, sicológica y sexual, ni al contagio de infecciones de transmisión sexual, ni a la violación, el abuso y el acoso sexual. Tampoco a los altos porcentajes de embarazo y maternidad en adolescentes”. Añadió que “de hecho, las conductas delictivas se incrementan en una sociedad que favorece la impunidad y el permisivismo moral”.